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miércoles, 11 de noviembre de 2009

¡Siempre serán bienvenidos a este lugar!

El primer recuerdo de la Oreja de Van Gogh que tengo se remonta a 1998, cuando en un canal de videos solían poner la canción El 28 al final de varios bloques de programación por ser una canción muy corta que les permitía terminar en tiempo. Este grupo español se presentaba con su producción Dile al sol que, al menos en México, siento que pasó como una banda más, nada extraordinario. De este álbum yo rescataría la colaboración que tienen con Mikel Erentxun, mejor conocido por ser el vocalista de la banda ochentera Duncan Dhu, mundialmente famosa por la rola En algún lugar.

Para el año 2000, yo estaba estudiando la preparatoria y la música se volvió el elixir fundamental para mi existencia. Mientras me adentraba en el entorno del rock, del grunge, del punk y los sonidos electrónicos, la radio fue saturada con sencillos como "Cuídate", "París", "Pop" y probablemente el "single" del año de todas las radiodifusoras de habla hispana: "La playa". Los responsables de saturarnos con dicha música pegajosa y letras cursis fueron los chavos de La Oreja de Van Gogh. No pude huir de ellos y mientras compraba discos como el Nevermind de Nirvana, el Kid A de Radiohead o el Senchucht de Rammstein, compré El viaje de Copperpot, disco que le dio a LOVG fama internacional. Ni modo, me volví fan.

En el 2003 apareció el disco Lo que te conté mientras te hacías la dormida, y aunque el disco no tuvo el éxito que había alcanzado su antecesor, estos cinco sujetos nacidos en el País Vasco siguieron aumentando su nómina de fans en México y el mundo, además de contar con aquéllos que desde el primer álbum continuaban disfrutando de su música. Su estilo musical para este momento se tornó inconfundible.

Para el año 2006, Amaia, Xabi, Pablo, Álvaro y Haritz regresan a la escena con Guapa, su cuarta producción. Considero que este disco que no resultó novedoso y que no tuvo gran impacto fue el preámbulo de que se avecinaba un cambio drástico e importante al interior del grupo. Pasaron los meses de gira y se anunció la salida de su vocalista: Amaia tomó la decisión de convertirse en solista pero los demás integrantes querían seguir con la banda, por ello optaron por buscar una nueva voz femenina.

El tiempo pasó y en el 2008 se anunció la salida del quinto álbum de estudio de LOVG; el título sería A las cinco en el Astoria. Con esta noticia surgió una gran cantidad de incógnitas: ¿Quién sería la nueva vocalista? ¿los fans le darían la espalda o la recibirían con beneplácito? ¿Se pediría el regreso de Amaia o mejor que se disuelva la agrupación? El 2 de septiembre salió finalmente el disco y apareció Leire, la nueva voz de este grupo, quien había participado en un reality show llamado Factor X. De manera no muy sorpresiva, casi a la par aparece la producción de Amaia Montero como solista. La gente no pudo evitar compararlas y resultó que Leire sonaba muy similar a la antigua vocalista. Por mi parte admito que este último disco es mi favorito.

Leire tenía una enorme tarea: demostrar que podía hacer un buen trabajo con LOVG. La promoción del disco había empezado en su natal España con las clásicas entrevistas, pequeñas tocadas, sesiones fotográficas, etcétera. Para finales de octubre y principios de noviembre de 2008, Leire se enfrentó a la primera pureba de fuego: el inicio de la promoción internacional en uno de los países con mayor número de fans de la Oreja: MEXICO. El 1° de noviembre hubo una firma de autógrafos en una plaza comercial ubicada al sur de la ciudad de México; tuve la oportunidad de asistir y me llevé la sorpresa de toparme con cinco chavos que permanecen juntos por el gusto de hacer música que sea del agrado de las personas (sean pocas o muchas), muy alivianados, muy carismáticos, dispuestos a complacer a su público. Amaia ya no les hace falta.

Pocos días después conocí a Amaia Montero, mientras ésta visitaba la ciudad de México, haciendo la promoción de su disco. Convenciéndome de que no tiene ni la quinta parte del entusiasmo y carisma de Leire, mostró mucha indiferencia durante la convivencia y firma de autógrafos con los seguidores mexicanos. Aunque su producción es buena, no creo que su actitud le ayude mucho y, por lo tanto, su vieja agrupación logrará opacar fácilmente su trabajo solista.
Confieso que tenía muchas ganas de escuchar a LOVG en concierto en el Distrito Federal. Tan pronto salieron los boletos a la venta no pude evitar comprarlos aunque me llevé la desilusión de que compartirían en escenario con una banda mexicana de la cual no soy fan: REIK. Finalmente, el día del concierto llegó...

Ayer 10 de noviembre, citados en el Auditorio Nacional, los seguidores de la banda española estremecieron con gritos y aplausos el recinto de Reforma para darle la bienvenida oficial a Leire. A las 8:30 de la noche, los cinco miembros dieron inicio a un recorrido por sus temas más representativos, ahora con una nueva voz. Desde la quinta fila pude apreciar que cada uno disfruta su papel y dan lo mejor para satisfacer a su público, sin necesitar de grandes escenografías. La selección de temas fue buena. Aquí dejo el setlist completo:



[Intro]
1.- Más
2.- Sola
3.- Muñeca de trapo
4.- La visita
5.- Cuídate
6.- Desde el puerto
7.- Un año menos
8.- París
9.- Europa VII
10.- Rosas
11.- Deseos de cosas imposibles [versión acústica]
12.- Jueves [versión acústica]
13.- Pop
14.- Inmortal
15.- Puedes contar conmigo
16.- 20 de enero
17.- El último vals
18.- La playa

Al final, Haritz tomó una foto de la audiencia. Los chicos se despidieron y cedieron el escenario. Creo que el concierto fue breve, tal vez no hubo gran interacción con el público por los tiempos que se debían respetar; OCESA debió organizar una fecha para una banda que tiene más de diez años trabajando y cinco discos de estudio más uno con versiones acústicas [Nuestra casa a la izquierda del tiempo, editado en el 2009], donde no compartieran el escenario con nadie. Cuando la participación de LOVG terminó cerca de las 10 de la noche, la mitad de las personas que habían acudido al Auditorio Nacional lo abandonaron porque ya no les interesaba presenciar a la otra banda. Yo me tuve que quedar porque mi sobrinita que me acompañó quería ver a Reik.
Y como de verdad no me interesaba verlos ni escucharlos... tomé la playera negra que había comprado, me cubrí el rostro con ella y me dormí en la butaca. No supe cómo salieron vestidos, como no me sé sus canciones me aburrí, además de que no pagué para verlos. Creo que los organizadores de verdad la "regaron" al no hacer un concierto de manera individual para cada una de las agrupaciones.

Sólo me queda decirle a Leire, Xabi, Pablo, Álvaro y Haritz: Gero arte! Mila ezker!